me miraste con complicidad,
nos hicimos los distraídos.

Vayámonos de casa, donde nadie nos busque. Es que estoy, cansado de hablar estoy, cansado de hablar estoy, cansado de hablar de vos conmigo

LAS AMO

Gracias

por hacer todo más lindo !

todo bien con el diablo,

sólo somos amigos !

(es que anduve negociando algo con él)

Coincidimos y no es casualidad,

¡Que mala suerte! no es casualidad.

Lo anterior fue sólo un mal viaje,
lo que ayer viví,
hoy trato de olvidar,
si divagué perdido entre las aguas,
ya estoy bien,
no se preocupen más.

old-

chupá gas

atrevete a

querer lo Raaaaaaa ro !

Ya sé !
sólo quiero sentirme bien
ando buscando algo, diferente
adictivo al amor y al placer !
Ya sé que te divierte mi estupidez
adolescente incoherente!

Haceme reir !

¡ Voy a prenderte cigarette !

Me calaste hondo, y ahora me dueles. Si todo lo que nace perece del mismo modo; un momento se va y no vuelve a pasar.

Y decían: ¡Qué bonito! era vernos pasear, queriéndonos infinito pensaban `siempre será igual´.

¿Cómo lo permitimos?

¿Qué es lo que hicimos tan mal?

Fue este orgullo desgraciado ¡que no supimos tragar!

Y engañame un poco al menos, di que me quieres aun más. Que durante todo este tiempo, lo has pasado fatal.

Que ninguno de esos idiotas te supieron hacer reír, y que lo único que te importa es este pobre infeliz!

Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad, guardaba todos mis sueños en castillos de cristal. Poco a poco fui creciendo, y mis fábulas de amor se fueron desvaneciendo, como pompas de jabón. Te encontraré una mañana dentro de mi habitación, y prepararas la cama para dos.

Sucede que en los lugares invertebrados, ciertas especies voladoras, impulsadas por una tristeza inagotable, sucumben en la búsqueda de la isla de sus navegaciones.

Sucede que grito tu nombre a la luna y no me quiere responder.

Sucede que un jurado popular me condenó a 10 años de silencio y soledad, y pagaste la fianza.

Sucede que no te cicatrizo.

Sucede que desbordas la escala cien de los terrenos de mi corazón.

Sucede que corren por mis venas añicos de cristales desmenuzados.

Sucede que tus dedos mueven los hilos de mi fantasía.

Sucede que no sé salir de tu laberinto.

Sucede que me precipito a ti, como Ícaro a las aguas del Egeo.

Sucede que no sé quien soy, soy varias y ninguna; y sólo estamos de acuerdo en ti.

Sucede que aún me atrevo a imaginarte recorriendo cada poro de mi deseo con la punta de tu lengua.

Sucede que no quiero pensarte en cada instante, cada gesto, en cada abrazo, ni en los besos ajenos, ni en los cuentos ni en las canciones, ni en las escenas de amor, de cada sonrisa de la Luna.

Sucede que no puedo creer lo que sucede.

Sucede que sólo quiero desaparecer sin dejar huella ni recuerdo, sin romper telarañas.